Los primeros navegantes del Canal Beagle fueron los Yaganes, un pueblo nómade canoero que habitó las costas de este paso interoceánico. Ellos permanecían más sobre el agua que en tierra ya que sus mayores recursos se encontraban allí: lobos marinos, peces, aves, moluscos o centollas.
La Tierra del Fuego está llena de historias y leyendas sobre avezados navegantes y naufragios ya que los primeros hombres blancos arribaron a estas latitudes en diversas embarcaciones. Algunos encontraban la muerte intentando cruzar el punto más austral del continente americano en contra del viento y la corriente. Luego durante el siglo XVIII y XIX se aproximaron al archipiélago muchos loberos, llamados así a los cazadores de lobos marinos o focas.
En el imaginario de los exploradores europeos estaba presente el peligro del contacto con los nativos, la hostilidad del lugar y la desolación. Esta imagen subsistió hasta principios del siglo XIX cuando una expedición británica se adentra a navegar este laberinto de islas, encontrando un clima similar al norte de Inglaterra. En un segundo viaje el Capitán Robert Fitz Roy, quien comandaba el HMS Beagle descubre que por donde estaba navegando no era una gran bahía sino un paso natural que conectaba a los dos océanos.
Esto les permitió a los marineros utilizar esta ruta para evitar el temido Cabo de Hornos. Además de bautizar a este canal como Beagle nombró varios lugares como las islas chilenas al frente de Ushuaia: Navarino y Hoste. En mitad del siglo XIX, un grupo de misioneros anglicanos se adentran por el Canal Beagle y se instalan en la península Ushuaia para, después de varios intentos fortuitos, convivir con el pueblo Yagan. Fueron seguidos por los estancieros, buscadores de oro y por último los comerciantes que se establecieron de un lado y del otro del Canal.
La Expedición Científica del Cabo de Hornos comandada por Louis Ferdinand Martial, de bandera francesa, dejó un regadero de nombres en los mapas de la región como el Glaciar Martial que se encuentra detrás de Ushuaia, el paso Romanche o el archipiélago donde se encuentra el faro más famoso del fin del mundo: Les Eclaireurs.
Tiempo más tarde fue fundada nuestra ciudad en la costa norte del Canal Beagle, en la bahía Ushuaia ya que ofrecía un puerto natural para las embarcaciones que vinieran de cualquier parte del mundo. Ya que hasta ese momento y muchas décadas después la navegación fue la única vía de acceso a la ciudad más austral.
Si bien las condiciones hostiles que vivieron siglos anteriores han desaparecido, la belleza natural de la Tierra del Fuego sigue quitándoles el aliento a los turistas que visitan nuestro destino. Hoy en día el Canal Beagle es la avenida de entrada de los grandes cruceros con más de 2.000 pasajeros y tripulantes que visitan Ushuaia o de los barcos de expedición que van camino a la Antártida. De hecho este veranos vamos a recibir más de 500 recaladas de estos barcos que ingresarán por este paso natural.
Además desde puerto salen nuestras navegaciones todos los días para que conozcan el lugar donde vivieron por siglos los Yaganes, los nativos más australes del mundo. Además de los paisajes que deslumbraron a Fitz Roy y Charles Darwin hace 200 años atrás o las leyendas alrededor del Faro Les Eclaireurs.
Embarcate a esta fascinante aventura a bordo de nuestro catamarán. Salimos todos los días del año, por la mañana y por la tarde. Zarpamos desde el puerto de Ushuaia y después de navegar por la bahía saldremos al Canal Beagle donde nos encontraremos con varias islas donde habitan lobos marinos y aves marinas en colonias. Además de otros animales que podremos ver en el agua o volando sobre nuestras cabezas.
También realizaremos un minitrekking en una de las islas del medio del Canal Beagle para llegar hasta un punto panorámico donde podrás ver la ciudad de Ushuaia, toda la cordillera de los Andes, la costa chilena y vas a encontrar yacimientos arqueológicos del pueblo originario. Por último, llegaremos al archipiélago Les Eclaireurs donde se encuentra el Faro que lleva el mismo nombre y si prestas atención en una de sus rocas encontrarás restos de un crucero que naufragó hace 100 años atrás.
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